viernes, 25 de noviembre de 2011

UN DUELO ESPERADO

El lunes Atlanta recibirá al Quilmes AC en Villa Crespo y no será un partido más. No sólo por la vuelta del público visitante a la casa del bohemio, sino , y sobre todo, por las huellas que dejó aquel último enfrentamiento entre ambos equipos, en el ya lejano sábado 22 de mayo de 1999.

Un Atlanta hecho pedazos desde todos lados, se presentaba en el Estadio Centenario a tratar de hacer la heroíca, meter 3 triunfos en una semana y así poder mantener la categoría (lease extender la agonía...) por un año más en la B Nacional. La esperanza se alimentaba en los triunfos frente a Central Córdoba en Rosario una semana antes, y frente al encumbrado Arsenal en Villa Crespo entresemana.

Del otro lado, un Quilmes repleto de juveniles entre los que sobresalían el máquina Giampietri y un por entonces desconocido Chori Domínguez. El hincha bohemio que como siempre se hizo presente en las circunstancias difíciles, ilusionado, sin querer entrar en razones con lo dura que era la situación, pero firme ahí en la tribuna.

Atlanta ya se mostraba nervioso y dubitativo de entrada, hasta que con el ERROR de Farrera empezamos a ver muy de cerca lo cruda que era nuestra realidad. La ilusión duró hasta el segundo tiempo, cuando un cabezazo de Lemos dejó a todos mudos, inmóviles. Almagro ganaba en Rosario y la permanencia de Atlanta pendía de un hilo.

Los jugadores de Atlanta, ya sin fuerzas ni para correr, se arrastraban por el césped. Los pibes de Quilmes se aprovechaban de la situación (muy lejos estaban de ser los culpables) y hasta tiraban lujitos, así llegaron el 3ro, 4to y 5to gol. Tres puñaladas para un Knock Out muy anunciado. El gol de Central Córdoba no llegaría nunca, más allá de que fue gritado y todo...

Para el final el bochorno, gente rompiendo el alambrado tratando de sacarse la bronca con lo primero que tenían a mano, balazos de goma, Luquitas Ferreiro peléandose con un polícia, Anzarda pidiéndole a los hinchas que se tranquilizen, hinchas que no descargaban broncas pero igual lloraban, jugadores también llorando, la suspensión del partido....en fin...la imagen justa del momento que vivía Atlanta, un verdadero infierno que recién arrancaba...

Un partido que indudablemente marcaba el final de una etapa, abriendole paso a otra mucho más difícil. Con un club que caía en la tercera categoría, hecho añicos institucionalmente y con juicios por todos lados...hoy mirándolo desde lejos podríamos tranquilamente pensar que fue un milagro que Atlanta no haya bajado más categorías aún...

Hubo que esperar muchos años, pero si entramos en comparaciones hoy "estamos en Aruba", diría un ex presidente de un club grande del fútbol argentino, hoy caído en desgracia.

Años donde primero hubo que levantar juicios, refundar el club, campeonatos en los que no se peleaba por nada, donde casi bajamos a la C...

Hubo que esperar 12 largos años, para ver un panorama mejor. No sólo desde lo futbolístico, hoy Atlanta dio pasos grandes como club, ojalá habiendo aprendido de lo que pasó en un pasado reciente. Seguramente el mayor triunfo será saber que entre el último choque con Quilmes, y este del próximo lunes, son muy pocas las cosas que hay en común, al menos en la previa y más allá de lo que suceda en el verde césped.

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