Quizás este haya sido el cachetazo que más dolió de las 5 derrotas que acumula Atlanta en el campeonato, no sólo por ser la segunda consecutiva, sino porque fue la primera vez que el bohemio perdió en su casa en lo que va del torneo. Un Atlanta que nunca pudo mostrar el juego que lo llevó a estar puntero, pero que con el empuje y las ganas que le da el plus de ser local pudo adelantarse en el marcador con el cabezazo de Segovia a los 15 del primer tiempo.
Luego del gol se vieron los mejores 15 minutos de Atlanta, que movía le pelota con criterio y había hecho desaparecer a Defensores del partido. Pero llegó el fatídico minuto 30, cuando tras un centro en el que la pelota se iba larga Mancinelli se arroja al suelo sin cometer falta pero con imprudencia y se lleva por delante a Mansilla, que se tira espectacularmente y Meineri no duda
en señalar el punto del penal. El mismo Mansilla lo cambia por gol y nace otro partido.
Atlanta sintió ese golpe y se fue al vestuario masticando bronca, Defensores lo supo capitalizar y en el segundo tiempo salió a comerse crudo a un Atlanta tocado y absolutamente falto de fútbol. Los primeros minutos del segundo tiempo deben haber sido de lo peor de Atlanta en el campeonato, sin fútbol y con muy poca reacción ante un Defensores que estaba decidido a llevarse los 3 puntos.
En el mejor momento del Dragón Mansilla se hace expulsar tontamente, y cuando todos creíamos que era el momento de tomar nuevamente las riendas del partido llegó el segundo de Defe tras una muy buena jugada de Montenegro y una gran definición de Coria...
A partir de ahí el bohemio fue un manojo de nervios, con pases imprecisos y más entrega que fútbol. Alonso apostó por los ingresos de Guzman y Sparapani, uno ingresó después de la expulsión de Mansilla, el otro después del segundo gol de Defensores. ¿Era necesario esperar estos hechos puntuales para hacer los cambios? Todos y hasta el mismo Alonso vimos lo mal que estaba jugando Atlanta y sin dudas las fichas había que moverlas antes.
Con la expulsión de Segovia tras un codazo se fue el partido y se consumó una derrota que precoupa, pero no por perder, sino por perder jugando mal. Confiamos en que estas dos derrotas servirán para sentar cabeza y poder ver más en profundidad en que se está fallando, algo que quizás con los resultados victoriosos no se permitía advertir. Atlanta tiene jugadores de sobra para armar un equipo que gane y juegue bien, pero también hay que tener la virtud de darse cuenta cuando las cosas no están saliendo bien.
Momento para bajar los decíbeles, llegar lo más frío posible al partido del martes y buscar un triunfo que apague este pequeño incendio. Porque Atlanta sigue siendo el puntero, por más que a muchos les duela
EL DESTACADO
Maximiliano Pogonza
En un partido para olvidar del equipo, volvió a dejar en claro que está en toda la cancha, recuperando, haciendo jugar y alentando a sus compañeros.
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EN INSTANTES LAS NOTAS
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