domingo, 25 de abril de 2010

Nada de nada




Atlanta igualó 0 a 0 con Flandria y volvió a dejar pasar una nueva oportunidad para depender de sí mismo en la lucha por ingresar al cuadrangular. A esta altura queda a las claras que a este equipo le falta madurez y no parece estar preparado para pelear por un ascenso, ya sea por inexperiencia en la mayoría de sus jugadores como por lo corto que es el plantel, ya que cuando hay bajas se sienten y mucho.

El partido en sí no ofreció demasiado, un Atlanta que tuvo la actitud que veníamos reclamando en partidos anteriores, pero que tuvo una falta de ideas alarmante para poner en riesgo el arco de la visita, además de jugar permanentemente muy atrasado en la cancha.
El dominio de la pelota comenzó siendo del bohemio, que iba como podía pero todos los intentos se diluían cuando se llegaba a 3/4 del campo de juego, cuando Acosta Cabrera o Acuña se encontraban solos para poder terminar bien las jugadas. Flandria por su parte mostraba desde el comienzo que el punto no le caía mal, y esperaba alguna chance de contra para lastimar. Del primer tiempo queda para rescatar un cabezazo de Acuña que se fue cerca del palo derecho del arco defendido por Horacio Ramírez.

En la segunda parte, a la falta de ideas se le sumó la desesperación de saber que los minutos pasaban y se estaba dejando pasar otra gran chance. Alonso apostó por los ingresos de Soriano y González, sacando a Lolli y a Quiroga (de muy floja actuación) y retrasando a Acuña como volante izquierdo, una posición que no siente y en la que pierde más de lo que gana. Pero la historia no cambió, es más, Flandria se aprovechó del desgaste que había hecho Atlanta hasta ahí y se animó a ir por más, y tuvo más de una chance para abrir el marcador.

Así se fue el partido, un empate que es una derrota en nuestras aspiraciones por entrar al reducido, pero que nos vuelve a mostrar que este equipo no está preparado para dar ese salto que venimos esperando hace varios partidos y no se nos da nunca.

Un párrafo aparte para el muy mal estado del campo de juego, que conspira contra toda intención de jugar al fútbol. Se entiende que los problemas económicos están a la orden del día, pero de que sirve tener un plantel con buenos jugadores, de buen pie, si el césped muestra un estado paupérrimo que hace imposible dar 3 pases seguidos. Sin dudas sos cosas a las que hay que tratar de buscarle un solución, y con esto no decimos gastar dinero que no abunda sino pensar variantes para tratar de mantener el campo de juego en un estado mínimamente aceptable.


LA PALABRA DE LOS PROTAGONISTAS








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