El bohemio llegaba a La Plata con el debut de Ghiso que implementó un 4-4-1-1 y los ingresos de Lugo, Arancibia y Aparicio como titulares. Desde el minuto de juego se vio un equipo ordenado, quizás no muy adelantado en la cancha pero criterioso a la hora de moverse y manejar la pelota. Con un Lugo cortando y metiendo pelotazos precisos, sumado al buen trabajo de Pogonza y Galeano en mitad de cancha Atlanta intentaba hacerle llegar la pelota a Aparicio y Soriano. El ex Lanús se mostraba muy movedizo y tuvo la primera clara tras un pelotazo de Lugo, que cabeceó defectuosamente un defensor tripero, la pelota la quedó a Eric que definió y se encontró con un seguro Monetti. Atlanta avisaba lo que llegaría en minutos.
A los 17 una gran salida de Atlanta, Pogonza con Fabro, este recorre unos metros sobre la derecha y mete un gran pase para la llegada de Aparicio que definde de zurda por entre las piernas de Monetti para poner al bohemio en ventaja. Era merecido, porque Atlanta pese a no tener tanto la pelota era más claro para administrarla, Gimnasia en cambio carecía de ideas pese a tener jugadores de muy buena técnica como Ruiz o De Blasis.
Luego del gol Atlanta intentó manejar los tiempos del partido, aprovechando el nerviosismo de Gimnasia y el murmullo de su gente. Lo tuvo Vargas para empatarlo pero la pelota se fue besando el poste izquierdo de Llinás. Gimnasia iba, pero Atlanta tenía sus contras a través de Galeano y Aparicio. Precisamente fue Aparicio quien pudo haber aumentado sobre el final de la primera etapa pero su remate se fue cerca del arco local.
Para la segunda parte Ghiso se fue expulsado por demorar en la salida del equipo. Atlanta arrancó muy metido atrás y el gol de Gimnasia parecía cada vez más cercano. Hasta que a los 7 minutos un gran centro de Ruiz fue capturado por Mendoza, que se movió con la misma por toda el área ante la mirada de 4 jugadores de Atlanta, habilitó a De Blasis y este marcó la igualdad. Un error defensivo que habrá que tener en cuenta, ya que Mendoza tuvo total tranquilidad para manejar la pelota dentro del área y nadie siguió a De Blasis en su ingreso al área.
Parecía que Gimnasia con el empate levantaba, pero Atlanta no se desesperó. Adentro Pajón, Cherro y Castro, afuera Fabro, Lugo y un inexpresivo Ferragut. Pogonza se multiplicaba cortando todo en el medio y sobre los 34 minutos llegó lo esperado. Pase de Abel para Pajón, Mauro remata fuerte y bajo, Abel la toca con el taco, la saca un defensor local y le queda a Matías Castro que remata y marca el segundo gol bohemio. Desahogo y euforia en la tribuna de Atlanta. ¿Justo? Quizás no, pero siempre la cuota de suerte tiene que estar y a este Atlanta le venía faltando. Son 3 puntos que valen mucho más desde lo anímico, un triunfo en un reducto difícil para empezar a creer que se puede, que no somos menos que nadie. Sigue habiendo muchas cosas para corregir, pero ganando todo se hace más fácil. No hay que subestimar ni sobreestimar a ningún rival, en esta categoría cualquier le puede ganar a cualquiera, está clarísimo. A seguir la racha el miércoles en el Nuevo Gasómetro...
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