Atlanta derrotó 3 a 1 a Tristán Suárez como visitante, en un partido donde mostró todas sus falencias, y a su vez, todo lo bueno que este equipo puede dar para pelear arriba por un lugar en el Cuadrangular. Los goles fueron convertidos por Mociulski, Guzmán y Quiroga.
Imagínese esas máscaras características del teatro, esas, con las dos caras: tragedia y comedia. Quizás esa es la síntesis más pura de lo que fue el conjunto de Javier Alonso en su visita a Ezeiza. En el primer tiempo el bohemio no hizo pie en ninguna de sus líneas: Segovia era desbordado constantemente por Colavini y Suigo, por lo que Quiroga debió preocuparse por marcar, y en ofensiva Atlanta no lastimaba.
En el medio Rutii y Mociulsky no lograban acomodarse y Tristán Suárez se aproximaba constantemente al arco de Llinás. Y a los 30 minutos llegó el gol de Leguizamón, tras un error entre Izquierdoz y Arancibia. La pelota entró mansita al arco, pegada al palo derecho.
¿Atlanta? Nada. Por eso el gol del rusito Mociulski en el final de la primera etapa fue demasiado premio para un equipo que prácticamente no había cruzado la mitad de la cancha.
Y ese gol, por lo tanto, fue clave: no sólo para empatar el marcador, sino anímicamente. Y eso se notó claramente en el segundo tiempo. Atlanta empezó a buscar, a tocar de primera, Rutili se hizo dueño absoluto del mediocampo, y Quiroga y el “Mágico” se asociaron a la perfección. El gol de Guzmán llegó a los 27, pero podría haber llegado antes, en la cabeza de Soriano, o en dos disparos de Miguel González. 2 a 1, y estaba bien. Pero siete minutos más tarde llegó un gran gol de la figura Quiroga, ahora decididamente en ataque, para sentenciar el partido y dejar sin chances a la sombra del lechero.
Con esta gran victoria, Atlanta alcanzó los 38 puntos, y sigue a 5 de la última plaza del Cuadrangular, con dos partidos menos (el suspendido contra Villa San Carlos y la fecha libre). Dos cuestiones para rescatar: es la primera vez en la temporada que Atlanta logra dar vuelta el resultado, tras comenzar perdiendo el partido. Fue clave no desesperarse y seguir haciendo el juego que Atlanta puede y sabe hacer por la característica de los jugadores que tiene.
Y por último, también llama la atención que equipos tan desdibujados como Tristán Suárez ( o mismo Sarmiento la semana pasada, o Almirante más atrás en el tiempo), estén tan arriba en la tabla, y le saquen de ventaja 10, 15 puntos al buen equipo bohemio.
LA PALABRA DE LOS PROTAGONISTAS:
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